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Un Picasso menospreciado durante décadas resulta ser una fortuna de $6 millones

Una obra maestra de Pablo Picasso permaneció oculta en la casa de una familia italiana durante años, sin que nadie supiera su verdadero valor, todo porque la esposa del dueño la consideraba “horrible”. Lo que parecía ser una pintura cualquiera terminó siendo una pieza invaluable del famoso artista español, valuada en aproximadamente $6.6 millones (5 millones de libras esterlinas).

Andrea Lo Rosso, hijo del antiguo propietario, contó que su padre, Luigi, trabajaba como chatarrero en la isla de Capri en la década de 1960. Durante una de sus jornadas, encontró la pintura mientras limpiaba un sótano. Sin tener idea de la relevancia del hallazgo, la llevó a casa.

“Mi padre no sabía quién era Picasso. Él solo recogía lo que encontraba y lo vendía por casi nada”, explicó Andrea, quien hoy tiene 60 años. Aunque la pintura llevaba la firma del pintor español en una de sus esquinas, la familia no supo identificar su importancia.

Lo curioso es que la esposa de Luigi, lejos de admirar la obra, insistía en que era fea y no quería conservarla. Sin embargo, Luigi decidió colocarla en un marco barato y la colgó en la sala de su hogar en Pompeya, donde permaneció durante décadas.

Con el tiempo, Andrea empezó a sospechar que la pintura podría ser auténtica. Mientras investigaba más sobre las obras de Picasso, no dejaba de comparar la firma de la pintura con las que aparecían en enciclopedias. “Le decía a mi padre que la firma se parecía, pero él no lo veía”, comentó.

Finalmente, después de muchos años de incertidumbre, la familia decidió buscar la ayuda de expertos. Entre ellos, el famoso detective de arte Maurizio Seracini. Tras meses de investigación, la grafóloga Cinzia Altieri, miembro del comité científico de la Fundación Arcadia, confirmó la autenticidad de la obra. “No hay duda, es una firma original de Picasso”, les aseguró.

Se cree que la pintura fue realizada entre 1930 y 1936 y que representa a Dora Maar, la fotógrafa y pintora francesa que fue amante de Picasso durante varios años.

El descubrimiento de esta obra ha sido una auténtica sorpresa para la familia, que nunca imaginó tener un tesoro colgado en su sala durante tanto tiempo, subestimado por el desprecio de su matriarca.

¿Quién hubiera pensado que una obra considerada “horrible” podría cambiar la vida de una familia con su increíble valor?

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